Ingredientes:
- 1 pollo entero, cortado en presas o muslos y contramuslos deshuesados
- 8-10 dientes de ajo, picados finamente
- 1/4 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 taza de vino blanco seco
- 1/2 taza de caldo de pollo
- 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado para decorar
Instrucciones:
- Salpimienta las piezas de pollo por todos los lados.
- En una sartén grande o cazuela a fuego medio-alto, calienta el aceite de oliva. Agrega el pollo y cocina hasta que esté dorado por todos los lados. Retira el pollo de la sartén y reserva.
- En la misma sartén, agrega los ajos picados y cocínalos hasta que estén dorados y fragantes, cuidando de no quemarlos.
- Si deseas un toque de sabor ahumado, puedes agregar el pimentón dulce a la sartén y cocinar por unos segundos.
- Añade el vino blanco a la sartén y raspa el fondo con una cuchara de madera para incorporar los sabores. Cocina por unos minutos hasta que el vino se reduzca ligeramente.
- Agrega el caldo de pollo a la sartén y devuelve las piezas de pollo a la misma. Asegúrate de que estén sumergidas parcialmente en el líquido.
- Reduce el fuego a medio-bajo y cubre la sartén. Cocina durante aproximadamente 30-40 minutos o hasta que el pollo esté bien cocido y tierno. Revuelve ocasionalmente y agrega más caldo si es necesario.
- Una vez que el pollo esté cocido, retira la tapa y aumenta el fuego a medio-alto. Cocina por unos minutos adicionales para que la salsa se espese ligeramente.
- Prueba la salsa y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto.
- Espolvorea con perejil fresco picado antes de servir.
- Sirve el pollo al ajillo caliente, acompañado de patatas asadas, arroz blanco o una ensalada fresca.